Nació en Landázuri municipio del departamento de Santander hace 36 años, de los cuales 20 los ha vivido en el barrio Juan Pablo II en compañía de su hermana mayor. Bachiller, técnico auxiliar y de servicio al cliente, y cursó cinco semestres de filosófica en la universidad libre, carrera que no termino por su pasión a los escenarios propios del trabajo social y el gusto por la política.
Según su progenitora Gabrielina Pinzón, a los seis meses de nacido le dio una fiebre muy alta, lo que conllevó a que le extrajeran una muestra de líquido cefalorraquídeo (líquido que rodea el cerebro y la médula espinal para protegernos de lesiones) y permitir diagnosticar con más facilidad infecciones graves, como la meningitis, otros trastornos del sistema nervioso central, como el síndrome de Guillain-Barré y esclerosis múltiple, o tipos de cáncer en el cerebro o en la médula espinal.
Me extrajeron mucho líquido y afecto mi sistema nervioso, pero mi discapacidad no perturba las capacidades físicas y mentales, tan solo tengo una lesión que dificulta algo de mi movilidad, a pesar que comencé a caminar a los cinco años” destaca Mauricio.
A los siete años cuando ya comenzaba sus acercamientos a la lectura, daba las primeras pinceladas a la escritura e inicia sus amoríos con la poesía, así fueran escritos desordenados.
Recuerda su primer poema titulado ‘Las Estrellas’ dedicado a una niña del grado Kínder, lo que lo lleva a creer que tenía estilo para seguir escribiendo y realiza otras notas dirigidas a los profesores, con el fin que las regalaran a sus concubinas y pudieran conquistarlas.
“Me di cuenta de que yo tenía mayor talento y capacidad para escribir, por lo que me enamore de la poesía, que leo con constancia y me ha permitido aprender de poetas como Pablo Neruda y Gian Franco Pagliaro, entre otros” dice Mauricio.
El sentimiento, el embrujo del amor y hasta la naturaleza, lo ha llevado a componer cerca de 170 poemas, entre ellos el titulado ‘No te vi llegar’, y del que destacamos uno de sus fragmentos:
No te vi llegar y me enamoré de ti...
No llegaste a mi vida y te extraño,
No me diste un beso y anhelo tus labios,
No sentí un abrazo y hoy muero de frio.
No te vi llegar y me embrujaste con tus ojos.
No sentí tu aliento y hoy me quema el viento,
No escuche el sentir de tu voz amorosa,
Y sin embargo me perdí en tus palabras...
Para Mao, el poema que nunca olvida es ‘Fantasía’ dedicado a una chica con quien tuvo un romance a través de internet. “Se trata de una ecuatoriana con quien nos conocimos virtualmente y me inspiro mucho” y ‘Duele verte’ su último escrito que para el poeta “Lo escribí porque a veces uno se separa de alguien y la ve en todas partes, en el café, en la mañana y hasta en la cena de la noche”.
El trabajo social, otra de sus pasiones
Para Mauricio lo social le es apasionante, porque le gusta ayudarle a la gente. “Creería que es herencia de mi padre José Domingo, quien fue un luchador por la comunidad: ayudo a su familia y amigos, y murió sin un peso en el bolsillo, pero con la satisfacción de haberle podido colaborar a muchas personas”.
En el 2008 se comenzó a dar a conocer a través de la Junta de Acción Comunal del barrio Juan Pablo II donde se desempeñó como secretario durante cuatro años, logrando crear una fundación llamada ‘La Edad de Oro’ y hoy la fundación ‘Corazón Diverso’ que atiende a 120 personas mayores.
“Se trata de una organización más consolidad que nos permite atender a abuelitos y lo hacemos en compañía y apoyo de una chica que se llama, Michel Valentina que es trans género, con quien estamos en ese rol de trabajar por la comunidad LGBTI, sin importar género, religión, edad o raza; lo que nos ha llevado a realizar autogestión con las entidades del distrito asentadas en la localidad.
Nuestra tarea es logar actividades deportivas, culturales, manualidades para que utilicen su tiempo libre y cursos con grupos de jóvenes para que les enseñen a los abuelos lo que ellos saben.
Tarea difícil por la época de pandemia que nos ha llevado a reunirnos cada 15 días virtualmente con grupos reducidos, porque no todos tienen acceso a un computador o un celular de última tecnología, sumado a que muchos carecen de estudio y no cuentan con las herramientas básicas para manejar la nueva tecnología como lo hacemos nosotros”.
Talento no palanca, donde el mérito cuenta
Cuando Mauricio Pineda se enteró que un hombre oriundo de Sibundoy Putumayo, asumiría en encargo el manejo de la alcaldía local de Ciudad Bolívar, su principal objetivo como líder comunal, era conocerlo y poderlo enterar sobre los procesos que adelanta con la comunidad en su sector.
Lo busco a través de las redes sociales, logrando el contacto por Facebook y posteriormente por el Whatsapp personal, medios por donde le escribió dándole la bienvenida.
“Yo no lo conocía, pero tras el saludo le comenté sobre mi labor social y como escritor, recibiendo respuesta inmediata e invitación a su despacho.
Allí el doctor Horacio Guerrero, también escritor, no solo me escucho y conoció mi labor, sino me obsequio su libro “La bicicleta rebelde’ y me sorprendió cuando me invitó a hacer parte del grupo de trabajo de la alcaldía.
No fue una relación de amistad porque lo acababa de conocer, yo jamás le pedí trabajo y me dijo envíeme su hoja de vida y aquí estoy desde hace un mes ocupando el cargo de gestor de seguridad y convivencia, labor que nos permite acompañar y servir de intermediarios entre las autoridades y las comunidades de Ciudad Bolívar.
De igual forma, con el área de participación de la alcaldía continuaremos apoyando los temas dirigidos a la comunidad vulnerable, entre estos la discapacidad, la población LGBTI y procesos que se vienen desarrollando en la localidad como las nuevas masculinidades entre otros y contribuir a mejorar la vida de estas personas” concluyo el poeta.
Es re recordar que uno de los propósitos de la administración de la alcaldesa mayor Claudia López, es que la comunidad interesada en acceder a contratos de prestación de servicios en entidades y organismos distritales, puedan registrar su perfil profesional o laboral, sin que, en ningún caso, medie las recomendaciones y se tenga en cuenta los méritos como una relación más incluyente y democrática.
