Con un ritual donde las mujeres protagonizaron el inicio de un mes dedicado a conmemorarlas, desde la terraza de la Alcaldía Local de Ciudad Bolívar, el pueblo Nasa y el pueblo Zenú llevaron a cabo una armonización, de la cual todos los funcionaros fuimos partícipes y donde elementos como las plantas, las flores, el fuego y el incienso entraron en comunicación, generando un contacto directo entre culturas y la forma en que éstas asumen, potencian y cuidan la vida.
La armonía y el cuidado del ser, revelan en nuestros Sabedores, el cuidado que se debe tener por la tierra, pues resaltaron la vitalidad del mundo onírico en la vida diaria, es decir, la importancia que revelan los sueños en la existencia de las comunidades, pues se convierten a veces en representaciones o mapas de los pasos que debemos seguir para mantener una comunicación con la gran mujer que es la Madre Tierra.
El equipo de la Alcaldía y todos los participantes, pudimos tener en nuestras manos esencias y plantas que permiten establecer un dialogo entre el hombre y su entorno, buscando con esto un equilibrio que nos permita fluir en y con la naturaleza. De acuerdo con los sabedores Zenú acopiando la inteligencia de las plantas en conexión con la tierra que nos alimenta.
Con este escenario se dio paso a la proyección de Warmi Pachacutik, (Tiempo de mujeres), documental de la cineasta indígena Frida Muenala, quien a través de 4 viñetas –protagonizadas por mujeres indígenas Kichwa, de su comunidad en Otavalo, Ecuador–, nos relata el cambio que las integrantes de su pueblo han ido teniendo de cara a los tiempos que corren en suerte y los roles que han asumido en una sociedad en movimiento.
Con un lenguaje ágil y unas imágenes llenas de luz pero íntimas y poéticas, el documento visual recrea los procesos creativos en la cantante Mariela Condo, la abogada y activista política Sisa Farinango, la arquitecta y diseñadora de interiores Hilda Males y la empresaria Sisa Burga. Es así como a través de la mirada de Muenala, entramos en las vidas de estas cuatro mujeres quienes reflejan desde su condición, una lucha que se ofrece en todas partes del mundo, donde las mujeres van ocupando el lugar que históricamente merecen y al cual pertenecen por sus disputas, por sus procesos y por ser quienes son.
El documental se estrenó durante la Pandemia, así las cosas, su directora expresó la importancia de proyectarlo de manera presencial, para conocer las impresiones que los espectadores pueden tener y los aportes que pueden sumar a su obra. Warmi Pachacutik tomó 5 años para su realización y fue también presentado en May Sumak Muestra de Cine Quichwa, de Nueva York en 2019 y pertenece la selección oficial para el Festival de Cine de Málaga que se realizó en 2021.
El alcalde local (e), Horacio Guerrero García, abrió un foro en derredor a la proyección, resaltando los nombres de Fanny Kaplán y Emma Godman, ambas anarquistas rusas a quienes consideró capitales para comprender las luchas y lo que representa la mujer, relatando fuertes episodios de sus vidas que las convirtieron en protagonistas de su época.
Muenala reflexionó al término de la proyección acerca de la importancia de llevar a distintas partes su trabajo para compartir su cultura. Resaltó la importancia en la personalidad de las mujeres que protagonizan su documental, porque las considera inspiradoras para otras mujeres. Habló sobre un tiempo diverso, sobre la decolonialidad, y sobre cómo se recupera una tradición y un rostro propio de los personajes indígenas.
“la idea es contar desde nuestros territorios y desde nuestras propias experiencias, lo que estamos viviendo y sintiendo”, finalizó la creadora ecuatoriana.
